martes, 27 de julio de 2010

Cuento a la hora de peinarse

La princesa y la bruja


Había una vez una princesa con un cabello largo, muy largo. Tan largo era que todas las noches una bruja se lo peinaba despacito durante mucho rato y le hacia una trenza para que pudiera dormir sin enredarse.

Un día la bruja se aburrió de peinar a la princesa y planeó una maldad. Como siempre peinó el largo pelo y lo trenzó bien fuerte. Esperó a que la princesita se durmiera y en puntas de pie se acercó a la cama con una enorme tijera de plata, cortando la pesada y larga trenza. Luego la escondió, felíz de no tener que peinar más ese pelo.

Pero sucedió que a la mañana siguiente la reina fue a darle el beso de buen día a su hijita y vio la maldad de la bruja. Furiosa hizo que trajeran a la malvada a su presencia, ordenándole que devolviera la trenza a su lugar y sin que quede rastro de haberla cortado. La bruja mala se negó y todos buscaron el tesoro por todo el reino sin hallarlo. Cuando ya cansados de buscar, los mas sabios se pusieron a pensar, encontraron la trenza en un arcón antiguo en la habitación de la vieja bruja.

El castigo fue ejemplar: tendría que peinar, cada noche y cada mañana, el largo, largo cabello de la princesa durante el resto de su vida. Y sin usar la magia.

Cuentos pequeñitos, inédito (1994)Susana Siveau

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