lunes, 14 de septiembre de 2009

Señor..., de Juan L. Ortiz

Señor,
esta mañana tengo
los párpados frescos como hojas,
las pupilas tan limpias como agua,
un cristal en la voz como de pájaro,
la piel toda mojada de rocio,
y en las venas,
en vez de sangre,
una dulce corriente vegetal.

Señor,
esta mañana tengo
los párpados iguales que hojas nuevas,
y temblorosa de oros,
abierta y pura como el cielo el alma.

--de El agua y la noche, de Juan Laureano Ortiz, en Obra Completa, edición de la Universidad Nacional del Litoral, 2005